El doctor Marino
Vinicio Castillo, alias Vincho no es solo “ultranacionalista”, él se ha
declarado católico, apostólico, romano y mariano. Sin embargo cuando fue diputado por
el Partido Dominicano propuso que a la Iglesia Católica les fueran incautados
los bienes que había acumulado, como forma de reprimirla por la postura de los
obispos de no conceder el título de benefactor de la Iglesia al Generalísimo
Rafael Leonidas Trujillo y por la carta pastoral que criticaba los crímenes de
la dictadura. Esto quedó reseñado por M. Pouerié Cordero en un artículo del
medio El Caribe del 24 de mayo del 1960.
Todos recordamos que
en el nefasto régimen se produjo una ruptura entre la Iglesia Católica y la
dictadura de Trujillo. Si se desea ampliar lo que sucedió solo hay que leer al
historiador Bernardo Vega, en específico el libro “Kennedy y los Trujillo”.
La situación que originó la ruptura sucedió durante
el sermón de Monseñor Panal realizado el 4 de marzo de 1961 en el acto religioso
el obispo obligó a Trujillo a arrodillarse, quien se negó cuando el sacerdote
pidió a todos los presentes ponerse de rodillas para orar por tantos vejámenes
y agravios a obispos y sacerdotes. El obispo dijo estas palabras: “Para ello es preciso –que puestos todos de
rodillas- repitan conmigo, con viveza y grande dolor y amor: viva la Iglesia
Católica, Apostólica y Romana, viva todo lo divino y sagrado de nuestra
religión”. Esto molestó mucho a Trujillo, de acuerdo con el historiador.
El periódico El
Caribe publicó el 24 de mayo del 1961 la discusión sobre una propuesta
realizada el 9 de mayo de ese mismo año por el diputado Porfirio Dantes
Castillo en la que pedía al Congreso que aprobase una ley expulsando del país a
Tomás Reilly, obispo de San Juan de la Maguana y a Monseñor Panal, obispo de La
Vega. El proyecto fue rechazado, pero el Foro Público denunció a los curas
españoles por dar instrucciones “fascistas a la juventud”.
Uno de los compañeros
de Vincho, Manuel (Manolín) Jiménez Rodríguez, también designado como diputado
por Trujillo, presentó en la Cámara de Diputados una moción denunciando el
Concordato, ya que éste había sido violado por la Iglesia. También pedía que se
desconociera la personería jurídica de la Iglesia y se le suspendieran las
contribuciones presupuestales que recibía.
Claramente esto
significaba la confiscación de los bienes de la Iglesia y aunque Vincho
Castillo impugnó la forma en la que se presentó la propuesta, estuvo de acuerdo con el fondo de la misma.
Según el artículo
escrito por Pouerié Cordero (El Caribe, 19.05.1961):
El diputado por la
provincia Duarte, Dr. Marino Vinicio Castillo, impugnó la forma en que fue
preparado el texto del proyecto, alegando que el proponente pretendía asignar a
las comisiones la tarea de resolver un asunto que era competencia de las
Cámaras. No obstante, dijo que estaba de acuerdo con el fondo de la moción, en
cuanto a la denuncia del Concordato se refiere
Agregó que jamás había creído en la eficacia ni en la conveniencia del
Concordato y que por el contrario como profesional que es había tenido que
resistir muchas veces en carne viva muchas de las taras de que adolece dicho
instrumento, en especial el carácter indisoluble del matrimonio, el cual
consideró atentatorio contra el carácter del individuo.
Expresó además el
diputado Castillo que el Concordato tiene una reseña de cómo deben ser
mantenidos en prisión a los sacerdotes que violen el orden público y se hagan
culpables de penas de tipo criminal y aclaro que con ello no estamos suponiendo
en forma alguna que la existencia de ese Concordato nos cruza de brazos y pone
al Estado Dominicano en condiciones de no poder defenderse contra las
violaciones que Clero pueda hacer contra el Régimen institucional establecido.
Por el contrario, la seguridad nacional que ha podido darse, que ha sido
constante a través de la Era de Trujillo las veces que ha sido molestado por
las violaciones que emanan de los obispos se ha puesto en marcha la acción
pública.(…) Mas cristiano que el generalísimo Trujillo ni el propio Juan XXIII”.
Bernardo Vega plantea
en su libro que posterior al ajusticiamiento de Trujillo, Vincho Castillo fue
de los congresistas que asumieron la línea dura de enfrentamiento y ataques
contra la Iglesia Católica, junto a Manolín Jiménez y Porfirio Dantes Castillo.
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